jueves, 27 de septiembre de 2012

gafaPASTAS GiALLO

Jordi Costa
En una escena de “Tenebre” (1982), un giallo* de Dario Argento ocurría esto…

El crítico José Luis Guarner usó esa escena para argumentar que “Tenebre” era cine puro y que las películas de Argento jamás podrían ser retransmitidas por la radio.

“Berberian Sound Studio”, segundo largometraje de Peter Strickland y uno de los títulos más esperados en el inminente festival de Sitges, es un esquinado y sofisticadísimo homenaje al giallo. 

En la película, Toby Jones encarna a un inocente y ensimismado técnico de sonido que se ha pasado la vida grabando material en la campiña inglesa para documentales hasta que le proponen viajar a Roma para participar en la mezcla de sonido de un giallo  titulado “El vórtice ecuestre”…

La experiencia le cambia la vida: se siente aterrorizado por lo que ve en la pantalla y no congenia con el productor y el director de la película, que tratan a sus actrices de manera bastante desconsiderada. 
Poco a poco, su sentido de la realidad se va destejiendo y la locura va apoderándose de él. Strickland rinde tributo a las bandas sonoras experimentales que Morricone, Rizz Ortolani o Bruno Nicolai grabaron para ese cine de terror italiano, muestra la cocina del sonido –p.ej.: cómo sandías aplastadas evocan decapitaciones y descuartizamientos- y propone que, quizá, entre capas y capas de sonido, alguna vez alguien usó un verdadero conjuro satánico, una invocación oscura…

Como “Tenebre”, “Berberian Sound Studio” es otro ejemplo de cine puro, algo intraducible a otro lenguaje, una película que pertenece a la misma familia que “El quimérico inquilino”, “Arrebato”, “Mulholland Drive”, Inland Empire” o “Barton Fink” o que, quizá, propone un nuevo género: el Terror Gafapasta.

*Giallo: Término que identifica a un subgénero de terror italiano, tremendamente formalista, que vivió su momento de gloria en los años 60 y 70.
Esta semana nos titula: Paco Plaza



jueves, 20 de septiembre de 2012

ACUOSO NÉCTAR DE ANCIANO


Jonathan Millán
Voy a meterme con Herzog. Aviso que el final es un bullying gratuito totalmente por la cara.
Herzog siempre me ha gustado, me ha regalado algunas de las imágenes-metáfora más bonitas y potentes que he visto en cine.

Pero creo que funcionaba mejor cuando Klaus Kinski y el mundo se lo ponían más difícil.
Viendo su última película, “La cueva de los sueños olvidados” (un documental sobre la cueva con pinturas rupestres más antigua descubierta hasta la fecha), tuve la sensación de estar viendo una caricatura de Herzog. Un viejo pajillero que se lo consiente todo y que, ansioso de encontrar poesía, babea por todo. Todo con ese tono de voz sensible y sobrio, esa ropa de explorador serio y gastado...

Herzog, ¿por qué no nos sorprendes a todos asistiendo a un estreno vestido como un explorador de pacotilla?, ¿qué tal una versión superflua y cómica del aventurero explorador?, ¿y Herzog participando en “Jersey Shore”*?.
Lo que sea, pero, por Dios, que alguien abra alguna ventana que aquí huele a ancianidad.
*Jersey Shore es el programa más visto de MTV. Un reality en el que 8 jóvenes italoamericanos se dedican básicamente a ir al gimnasio, a los rayos Uva y a emborracharse cada noche en la discoteca.

Esta semana nos titula: Pepe Colubi