domingo, 27 de enero de 2013

MIRA QUIÉN NO HABLA


Una última frase contundente. El gángster muere como una rata en un callejón, pero tiene oportunidad de dejar sus últimas palabras inmortalizadas en la memoria del cinéfilo.

Después de dominar todo el alucinatorio último tramo de la película, el coronel Kurtz lanza antes de morir su inmortal monólogo de casi seis minutos: frases entrecortadas, ritmos poéticos, imaginería visionaria, palabras profundas…

En el díptico de Tarantino, el gran clímax final es un monólogo de casi 45 minutos en el que Bill despliega todo su arte seductor antes de morir como gran héroe romántico bajo ritmos de spaghetti western.

Tras dos horas y media de metraje, Bin Laden muere de manera abrupta, anti-épica, como un fardo sin rostro, cuando los agentes que asaltan su fortaleza abren la puerta de su habitación. Al Gran Villano se le niegan las últimas palabras. Ha habido un cambio de paradigma: matar a un malo es, siempre, un trabajo sucio que deja manchas en el alma.

Esta semana nos titula: Rodrigo Fresán



jueves, 17 de enero de 2013

TODAVÍA NO SÉ SI EL APOLO ESTÁ ABIERTO O CERRADO


“Todo lo que resulta adecuado para excitar las ideas de dolor y peligro, es decir, todo lo que es de algún modo terrible, o se relaciona con objetos terribles, o actúa de manera análoga al terror, es una fuente de lo sublime”, escribió Edmund Burke en “De lo sublime y lo bello”. Años más tarde, tras sobrevivir a los avances de una turba enfurecida en un Londres en llamas, Burke acuñó el concepto terrorismo contemplando, en la distancia, los desangramientos de la Revolución Francesa.
En “La facción caníbal” (La Felguera), Servando Rocha parte de ahí para construir un laberinto psico-geográfico, donde se cruzan tiempos y espacios en fascinante y caótica coreografía alrededor de la fascinación estética por la belleza terrible del Mal, la Destrucción y el Crimen. Una súper-producción en forma de ensayo virtuoso, donde Fantomas y Jack el destripador bailan con la carne muerta de Elvis o el desgarbado Sid Vicious entre los escombros de las Torres Gemelas. 
Esta semana nos titula : Xavi Daura (Venga Monjas)








lunes, 14 de enero de 2013

LA MELANCOLÍA DE UNA DISCRETA MAMOPLASTIA


A principios de este año vi "Sin salida", una cosa horrible protagonizada por Nicolas Cage y Nicole Kidman y dirigida por el increíble Schumacher. No hay por donde cogerla, el guión no tiene pies ni cabeza y ellos no sólo están horribles en lo interpretativo, sino también físicamente raros: excesivamente operados, hasta hinchados, como si les acabaran de quitar las vendas justo antes de gritar acción. Notas cómo, tras cada plano, ellos mismos quieren borrar esa experiencia de sus vidas y de su currículum. 
La vi en una sesión golfa sin saber qué iba a ver. No había absolutamente nadie en la sala. Al salir, por un lado, sentí haber perdido el tiempo, mientras el mundo seguía su curso, pero, por otro, tuve la sensación de haber ganado algo, una experiencia plena y consciente en un rincón de la historia que nadie mirará...algo así como estar en el baño mientras en la fiesta sucede lo que todos recordarán, te has perdido LO INOLVIDABLE (a), pero eres el único privilegiado que ha sido invitado a LO OMITIDO (b).

Muchas son las bajas, olvidos y ausencias de este año 2012: el muy poco llorado cierre de los cines Luchana en Madrid, las bajas tailandesas del tsunami (las grandes ausentes en el imaginario de “Lo imposible”), la muerte de Lina Romay y Sylvia Kristel...pero si hay un desaire inaceptable es que nadie apreciase que en “Ghost Rider 2”, Nicolas Cage… ¡¡orinase fuego!!

Esta semana nos titula Jimina Sabadú.



jueves, 3 de enero de 2013

¡AGÍTAME ESE FANTASMA!

Decían que James Bond, el agente 007 al servicio de Su Majestad, era el personaje favorito de John Fitzgerald Kennedy. Nacido en 1953, Bond acabó encarnado en modo espectacular la auto-estima colectiva de los años 60: una máquina de matar elegante, seductora, amoral, equipada con la última palabra en tecnología…
Tras reencarnarse en el rostro agrio y embrutecido de Daniel Craig, las cosas cambiaron. Bond parecía haber renacido con marcado complejo de inferioridad por no ser Jason Bourne y, además, en “Casino Royale” se le reformulaba como héroe trágico-romántico con novia difunta. “Skyfall” riza el rizo: es una sesión de Psicoanálisis Colosal en la que al súper-agente no le queda trauma por somatizar, perplejidad sexual por afrontar o complejo de Edipo por tratar.


Esta semana nos titula: Carles Prats i Puyaltó.