Hemos invitado a La abuela Bloguera a que nos escriba algo para el blog. Aquí lo tenéis:
Bueno, a ver como os explico esto, hoy no os penséis que vamos a
ninguna parte, hoy es un tema de quedarse a medio camino, ya veréis que
bien.
Es cuando ves una película en una tele y hay un
fundido a negro y apareces tú reflejado en la pantalla. Siempre me ha
llamado la atención ese pequeño Brecht que nadie ha querido. Una buena
broma porque los fundidos a negro suelen servir para dar solemnidad al
cierre de momentos trascendentes, y joder, ahí estoy yo, tumbado en el
sofá en pijama, jodiéndola.
Me pasó el otro día viendo
“La Mosca”, no era exactamente un fundido a negro, era un momento en el
que el plano era bastante oscuro, un primer plano del protagonista
convirtiéndose en mosca, y, bueno, ya veis por dónde voy, ahí estaba yo,
el tercero en discordia, fundiéndome con la mosca yo también, con un
gesto en realidad de bastante indiferencia. La película me gusta, pero
bueno, en la pantalla parecía que me daba bastante igual todo aquello,
aquel ménage à trois corpo-conceptual me dejaba bastante indiferente, se
me veía incluso echándole un vistazo al móvil entre la carne podrida y
el drama.
Jajaja muy bueno¡¡¡
ResponderEliminarLa fusión definitiva creador-obra-espectador. Muy elocuente, cierto.
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